Receta de Mejillones en salsa de la abuela

Prepara unos mejillones en salsa de la abuela, un plato ideal para una tapa, un picoteo o un entrante para comer con la familia y amigos. Asimismo, debes saber que no hace falta gran cosa para preparar unos deliciosos mejillones, ya que con pocos ingredientes podemos preparar un plato con mucho sabor. Además si los preparas de un día para otro la salsa queda aún más buena, ideal para que no falte un buen trozo de pan.

Para preparar los mejillones en salsa de la abuela, primero limpia los mejillones, lávalos bajo el grifo, quítale las valvas y rasca un poco la cáscara. Añade en una cazuela los mejillones limpios, pon medio vasito de agua, tapa y deja que cuezan unos minutos. Cuando los mejillones se abran, apaga el fuego para que no se cocinen demasiado. Reserva, no tires el caldo que han soltado.

Pica la cebolla y el pimiento verde. Añade una cazuela a fuego medio, cubre con aceite, incorpora la cebolla y el pimiento. Deja que se poche con cuidado que no se queme.

Cuando empiece a adquirir color el sofrito para los mejillones, añade los dientes de ajos picado, deja unos minutos y, seguido, añade el pimentón dulce o picado, puede ser de los dos. Mezcla bien con cuidado no se queme el pimentón, es mejor bajar el fuego.

 

Truco: también puedes poner unas guindillas si te gusta un poco más picante.

Añade una cucharada de harina, remueve para que se cocine un poco y vierte el tomate frito. Deja que se cocine unos minutos, si ves que se espesa demasiado añade un poco de vino blanco.

Vierte el vino blanco y deja unos minutos para que reduzca el alcohol.

Cuela los mejillones y vierte el agua de la cocción en la salsa, retira la concha que queda vacía. Incorpora los mejillones en salsa de la abuela a la cazuela y deja que se cocinen unos 10 minutos, prueba como está la salsa de mejillones rápida, ya que el agua de los mejillones ya aportan sabor. Añade un poco de sal si hace falta, un poco de pimienta y, si no ha quedado muy picante y te gusta, añade un poco más de pimentón picante.

Sirve calentitos los mejillones en salsa de la abuela y un poco de pan  ¡A comer!