Croquetas de bacalao

1. Sacamos el bacalao del agua, lo escurrimos y dejamos que pierda un poco de calor. Cuando ya esté templado, lo picamos bien finito. Picamos también 25 g de cebolla.

2. A continuación, vamos a preparar la bechamel. Para ello, ponemos 50 g de mantequilla en una cazuela a fuego medio. Añadimos la cebolla y una pizca de sal y la cocinamos durante unos 5 minutos.

3. Cuando la cebolla esté cocinada, añadimos 50 g de harina de trigo, la mezclamos y la integramos con unas varillas moviéndola constantemente durante un par de minutos para que se cocine y pierda el sabor a crudo.

4. Añadimos a continuación 500 ml de leche mientras removemos constantemente con las varillas para que se mezcle con la harina y se vaya formando la bechamel. Removemos hasta que no haya ningún grumo en la mezcla, lo que nos puede llevar entre 4 y 5 minutos.

5. Cuando la bechamel esté lista, añadimos una pizca de pimienta negra molida e incorporamos el bacalao.

6. Integremos el bacalao en la bechamel y trabajamos la masa removiendo constantemente con las varillas durante unos 5 minutos tras los cuales, ya tendríamos lista la masa. La probamos por si hubiera que añadir más sal.

7. Pasamos la masa a un recipiente de vidrio amplio, lo tapamos con film transparente y lo dejamos enfriar. Cuando se haya enfriado un poco, pasamos la masa al nevera y la dejamos como mínimo 4 horas, aunque podemos dejarla de un día para otro.

8. Cuando la masa ya esté bien fría, formamos las croquetas. Les podemos dar la forma que más nos guste, la forma clásica o hacerlas redonditas, como en este caso. Para rebozarlas, ponemos en un bol 1 huevo batido y en otro bol, 75 g de pan rallado. Vamos pasando las croquetas ya formadas primero por el huevo batido y después por el pan rallado. En este punto, las podemos congelar ya listas para freír.